Me lo mandaron…

ODILÓN GARCÍA.  La extensa reproducción del video en el que aparecen seis policías estatales de Guerrero ejecutados y con el tiro de gracia, tras ser emboscados por un comando armado en la Zona de La Mesilla, municipio de Zihuatanejo confirma la amplia preferencia mental de la gente en el país por este tipo de imágenes ofensivas, despiadadas, depravadas pero sobre todo impresionantemente vulgares.
Hay una necesidad en un amplísimo sector de la población por ver sangre!
Estos tiempos de barbarie están acorde a la estadística de crímenes de más de 28 mil en el 2017 en todo México una cifra récord que fija un promedio de 2 mil 300 homicidios al mes.
Quiero ver sangre! gritaban desesperados en las luchas libres mientras los participantes en el ring se las ingeniaban para sacar de quién sabe donde un líquido rojizo que emulaba una verdadera afectación en el contrincante.
Y si nos vamos a la historia más antigua los Romanos con su circo en el que se enfrentaban hombres contra bestias hasta perder la vida, no hace diferencia en cuanto a una mentalidad de violencia y sangre.
El tamaño educativo del país ha hecho mella en la realidad que vivimos en la que gran parte de los mexicanos anteponemos las mentadas como comentario a cualquier manifestación de ideas, casi casi como si fuera nuestra respuesta automática con sus respectivas faltas a la ortografía y mala construcción gramatical. Tomarlo personal es el pan de todos los días. Pelear con quien sea y no analizar los temas es el pan de todos los días.
Así en su teléfono “inteligente”, pero finalmente inculto usted recibe en este 2018 los siguientes mensajes:
Me lo mandaron...
Será cierto esto?
Ahí les va esto para que investiguen si es cierto
Y boom! desde imágenes de sexo con animales hasta decapitaciones, tortura, mensajes de grupos delictivos, racistas, accidentes, maltrato animal y un sin fin de imágenes y videos que a usted le causa (en la mayoría de las mentes sanas) repugnancia pero que después de verlo, (retiro lo de mentes sanas) lo reenvía a todos sus contactos y si tuviera un botón para mandarlo al mundo entero, lo haría!
El video en el que aparecen policías tirados, muertos por disparos lo vimos millones de personas -y estoy seguro- que finalmente generó malestar al considerar esta violencia como extrema.
Pero ¿Cuántos decidieron borrarlo, no enviarlo y terminar con una cadena de contaminación en términos de la violencia que deja en la mente de quien lo recibió? ¿Cuántos realmente en el país se preguntaron: de dónde vienen estas imágenes, quién las comenzó a pasar? En algún momento se ha preguntado si ¿usted sin saberlo es el mensajero de la delincuencia organizada?
El tema no es tan complejo.
Nuestra propensión a la violencia tiene un claro arraigo: venimos de familias que enseñaron disciplina a golpes; nos enseñaron a respetar a veces con gritos y palabras altisonantes; el gen de la violencia lo tenemos arraigado y no nos hemos dado cuenta que cada vez que sentimos un vértigo por lo agresivo es debido a que como pueblo nacional aprendimos a defendernos en la escuela a moquetazos y no a través del debate y el diálogo.
¿Cómo queremos una contienda electoral de propuestas si jamás, algunos grupos sociales, han vivido esta capacidad en casa, en la escuela o en su desarrollo profesional!?
Difundir imágenes violentas es mucho más que una diversión. Habla de nuestra profunda falta de compasión para aquellos que sufrieron un atentado. Cuando reenviamos morbo somos morbosos y nada de que me lo mandaron y me lavo las manos como el prefecto Pilato; cuando reenvía usted maldad usted queda impregnado de esa maldad y se convierte en copartícipe al hacer apología de ese delito; cuando difunde basura es usted uno más de esa organizada banda delincuencial sirviendo de vehículo para producir miedo; al poner en el grupo de FaceBook o WhatsApp videos o imágenes perversas usted está contaminando la mente de niños, adolescentes y los adultos a quien se las envía porque los teléfonos no son seguros y cualquier en algún momento posterior puede ver ese material nefasto.
La contaminación en la red de aquellos que jamás se culturizaron produce un efecto desastroso porque en un mismo recipiente esta usted y las mentes enfermas, criminales, locos, soberbios, depravados, sin contar con estudiantes, profesionistas, amas de casa, uno que otro escritor despistado, casi ningún científico pero eso sí, todos revueltos… Y si usted no se pone listo, puede llegar a terminar adorando al más enfermo de los que en la mente cargan todo un manicomio mental.
El gobernador de Guerrero Héctor Astudillo Flores pidió no se continuaran difundiendo las imágenes de los policías asesinados en las que se escucha una voz de una persona alterada que maldice, advierte, arremete a patadas contra los cuerpos inertes de los servidores públicos y los comentarios de la gente en la nota periodística nacional fueron deplorables, lo tacharon de todo hasta de moralista, en una sociedad donde la moral es ahora simplemente un árbol de moras.
Me lo mandaron..

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