TIJUANA, DICIEMBRE 3, 2018.- Dicen que para que la cuña apriete, tiene que ser del mismo palo y con eso me refiero a que el principal escoyo en el país, pero más en Tijuana es la inseguridad, la violencia, la terrible estadística de crímenes y la falta de solución a esta problemática en el corto plazo.
En el Congreso Nacional del partido Movimiento Ciudadano MC resaltó el nombre de un tijuanense, Jesús Alberto Capella Ibarra quien fuera presidente del Consejo Ciudadano de Seguridad Pública en Baja California.
La importancia de esto es que la presencia de este político quien además, usted lo recordará dos veces como Secretario de Seguridad Pública en el año 2007 para luego dejar el cargo en manos de Julián Leizaola (2008-2009) y después regresar como titular de la Secretaría de Seguridad Pública de Tijuana del 2010 al 2013.
Y es que se creía que MC iría con Julián Leyzaola Pérez y ahora lo que se sabe es que el respaldo de este partido que encabezó hasta ayer Dante Delgado Rannauro hoy senador de la república y coordinador de su bancada de cuatro senadores en la administración de Andrés Manuel López Obrador.
El caso es que Capella tiene toda la puerta abierta para regresar luego de ser mando único en Morelos y más tarde ser nombrado como jefe de la Seguridad Pública en Quintana Roo. Sí seguramente estará pensando que con Baja California son tres estados en los que el abogado Jesús Alberto Capella Ibarra ha recibido el apoyo de gobernantes para intervenir directamente para estabilizar la grave situación que vive el país y se afirma que hay más gobernadores en el país que actualmente avalan el desempeño del denominado Rambo Tijuanense cuando un 27 de noviembre del 2007 se cumplieron sendas amenazas recibidas contra su persona por un grupo criminal que no contaba con que se defendiera con una metralleta desde el segundo piso de su casa luego de que abrieron fuego en su propio domicilio para amedrentarlo o quitarle la vida.
Siga con atención la propuesta política Capella enfocada específicamente a la alcaldía de la ciudad con posibilidades de que otros partidos políticos e incluso seguidores de otras siglas partidistas le sigan porque ya conocen su manera de trabajar.
