TIJUANA, MAYO 23, 2021.-Las autoridades mexicanas deben abordar el vino de mesa como alimento, tal como ocurre en países de Europa, por lo que es importante eliminar aranceles como el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS).
Así lo señaló el Lic. Jorge Alberto Pickett Corona, abogado fiscalista, quien indicó que en México se aplica el IEPS al vino de mesa con un porcentaje bastante alto, sin mencionar que a éste se le incluye el Impuesto al Valor Agregado (IVA).
«Eso es hablando a nivel federal, mientras que a nivel estatal se le suma el porcentaje establecido en la Ley de Hacienda para el Estado de Baja California, por lo tanto, está sometido a una fuerte regulación por parte de las administraciones públicas», destacó.
Abundó que en la Ley del IEPS, en su artículo 2 Fracción I inciso A), señala que en la enajenación, o en su caso, en la importación de bebidas con contenido alcohólico y cerveza, le corresponde según su grado de alcohol, de 14° G.L. el 26.5%, de más de 14° y hasta 20°G.L el 30%, y de más de 20°G.L el 53%.
Si el vino cuenta con un porcentaje de alcohol de entre 7 y 16 grados, en la ley de IEPS se aplicaría el impuesto entre el 26.5% y 30%, lo cual dependerá del porcentaje exacto con el que cuente cada botella de vino, y a este impuesto se le suma el 16% de IVA, lo cual ya resulta bastante alto.
«Esta es una de las razones por las que el vino no es un producto altamente consumido por el costo. Si las administraciones pusieran en marcha la opción de bajar dicho impuesto, la comercialización del vino subiría considerablemente», afirmó Pickett Corona.
Ahora bien, en la Ley de Hacienda para el Estado de Baja California, en el capítulo XXI del Impuesto Estatal a la Venta Final de Bebidas con Contenido Alcohólico, artículos 156-33 a 156-45, dice que la tasa del impuesto será del 4.5% sobre el ingreso percibido por la venta de las bebidas con contenido alcohólico en envase cerrado, exceptuando la cerveza.
Considerando que actualmente una botella de vino no mayor a 14 grados de alcohol paga 26.5% de IEPS, más el 16% de IVA, más el 4.5% si se comercializa en Baja California, el incremento en su precio es muy alto.
«Resulta, entonces, que el vino es regulado con impuestos que lo hacen costoso y que ponen en desventaja la producción del vino, por lo que es necesario que las autoridades atiendan este tema y se vea al vino como un alimento, como ocurre en Europa; solo de esta manera se incentivaría el consumo y, por ende, a los productores regionales», finalizó el Lic. Jorge Alberto Pickett.