TIJUANA, AGOSTO 22,2023.- A medida que las familias y la economía se globalizan, es cada vez más frecuente que personas de todo el mundo tengan inversiones, negocios o vínculos familiares con países distintos de su país de origen, especialmente Estados Unidos, mencionó Josh Maxwell.
>El socio director de la firma de abogados de derecho fiscal, Hone Maxwell LLP, refirió que para comprender los efectos fiscales estadounidenses, es fundamental la planificación y el cumplimiento.
«El primer paso para identificar la posible exposición fiscal en EE.UU. es evaluar si se es una persona estadounidense a efectos del impuesto sobre sucesiones y donaciones y del impuesto sobre la renta, y la respuesta no siempre es la misma. La condición de persona estadounidense no significa que pague o no impuestos, sino que determina si tributa conforme a las normas de una persona estadounidense o conforme a las normas de un extranjero no residente», explicó.
Señaló que determinar si se es una persona o un domiciliado estadounidense es fundamental porque influye en las normas fiscales que se aplican.
A primera vista, agregó, puede parecer sencillo determinar el estatus de ciudadanía y residencia, pero diversos factores pueden complicar el análisis, y el estatus puede cambiar con el tiempo, lo que complicará la planificación fiscal a largo plazo.
El especialista comentó que hay tres razones por las que se le puede considerar estadounidense a una persona a efectos del impuesto sobre la renta y son: si es ciudadano estadounidense, si es titular de una tarjeta de residencia o cumple el criterio de presencia sustancial.
«Es fundamental saber cuándo se es una persona estadounidense para evitar incumplir sus obligaciones fiscales en Estados Unidos y, potencialmente, estar sujeto a fuertes sanciones», argumentó.