MEXICALI, MAYO 5, 2022.– Un porcentaje de casos de quistes de ovarios podrían ser catalogados como graves, pues en la mayoría de las mujeres no representa un riesgo y pudieran ser asintomáticos. Cuando esta condición de salud representa un problema serio para la mujer la atención debe ser especializada y oportuna.
José Rojas Serrato, director del Hospital Materno Infantil de Mexicali, indicó que los quistes ováricos podrían presentarse en la mayoría de las mujeres, pero sólo en pocas se convierten en un serio riesgo.
Recordó que por lo general, cuando los quistes presentan molestias leves un tratamiento hormonal es suficiente.
“Mayormente no presentan síntomas y desaparecen entre 4 y 12 semanas por sí solos. En otros casos, llegan a registrar molestias en la mujer como dolor abdominal, sangrado vaginal o ser los responsables de periodos menstruales irregulares”, explicó.
Y es que los quistes son bolsas con fluido o masa densa que se forman en los ovarios y pueden aparecer o desaparecer durante los periodos menstruales sin mayor problema para las mujeres.
Reiteró que es importante que las pacientes sepan esta situación es normal en su cuerpo porque cuando llegan a ser detectados por quienes no son especialistas en ginecología llegan a sugerir a las pacientes tratamientos innecesarios y hasta recomendar cirugías de extirpación de ovarios o de matriz.
Las pacientes, añadió, llegan a manifestar temores de un posible diagnóstico de cáncer, esterilidad y aunque esto podría ser cierto, en la mayoría no representa riesgo alguno.
Sólo cuando los quistes de ovario presentan serios problemas de salud y no respondan a los tratamientos iniciales se recomienda una intervención quirúrgica.
“Si existen molestias abdominales, ciclos menstruales irregulares, dolor durante los mismos, aparición de bello excesivo en cara, acuda a la Unidad de Salud que le corresponde a una primera valoración. Su médico familiar determinará si se requiere la revisión de un especialista”, señaló el galeno.
Factores genéticos, asociados al estrés, obesidad y alimentación, pueden influir en la presencia de los quistes y su posible gravedad. Aún no existen estudios profundos que indiquen cómo prevenirlos, pero sin duda los hábitos de vida saludable son un factor fundamental para reducir su presencia, especialmente en las pacientes de temprana edad, dado que en el HMIM se ha detectado esta patología en mujeres adolescentes, concluyó.
