Sensibilizan para prevenir Trastorno del Espectro Alcohólico Fetal

El Hospital Materno Infantil de Mexicali, señala que es la principal causa prevenible de retraso mental no genético en el mundo.

MEXICALI, SEPTIEMBRE 9, 2024.- El consumo de alcohol durante el embarazo puede afectar negativamente al bebé en su desarrollo físico, cognitivo y conductual, por lo que el Hospital Materno Infantil de Mexicali (HMIM), sensibiliza sobre el Trastorno de Espectro Alcohólico Fetal.

En el marco del Día Internacional de Concientización sobre el Trastorno del Espectro Alcohólico Fetal (TEAF), que se conmemora este 9 de septiembre, José Rojas Serrato, Director del HMIM indicó que es necesario recordar a la población sobre los riesgos asociados al consumo de alcohol durante la gestación.

“En esta fecha se busca sensibilizar a la población sobre el riesgo que representa el alcohol para el desarrollo del feto, y subraya que no existe una cantidad segura de bebidas alcohólicas para consumir durante el embarazo”, abundó.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda evitar por completo el alcohol durante esta etapa, ya que puede causar daños permanentes en el desarrollo físico y mental del bebé.

Los problemas de salud más comunes son bajo peso y talla al nacer, debido a que al alcohol administrado durante la gestación afecta el desarrollo fetal. Por otro lado, es probable que presenten algunas alteraciones faciales, como ojos y nariz muy pequeños y un labio superior muy delgado. A lo anterior se le puede sumar posibles problemas cardiacos congénitos, problemas de visión, audición y alteraciones del sistema nervioso central.

El Síndrome Alcohólico Fetal (SAF), es la principal causa prevenible de retraso mental no genético en el mundo. Este trastorno afecta múltiples aspectos del desarrollo infantil, desde el físico hasta el cognitivo y emocional, generando discapacidades permanentes.

Asimismo, el desarrollo motor puede verse afectado, manifestándose en retrasos para gatear, caminar o hablar. Los problemas de aprendizaje, así como las dificultades para resolver problemas, también son secuelas comunes de este trastorno.

Investigaciones sugieren que el consumo de alcohol durante el embarazo también está relacionado con problemas conductuales, como hiperactividad, falta de control de impulsos y dificultades para adaptarse a cambios en el entorno o seguir rutinas.

“Es una condición crónica y sus efectos no desaparecen con el tiempo. Sin una intervención temprana, puede tener un impacto duradero en la salud mental del afectado, además de aumentar el riesgo de caer en adicciones más adelante”, advirtió el director.

Además, subrayó la relevancia del diagnóstico precoz y la intervención oportuna para los recién nacidos afectados, lo cual permitirá darles el apoyo necesario en su desarrollo y garantizar un seguimiento adecuado a lo largo de su crecimiento.

Rojas Serrato enfatizó la necesidad de brindar apoyo y orientación a las mujeres embarazadas, particularmente a aquellas que enfrentan problemas con el consumo de alcohol, con el fin de evitar serias repercusiones en la salud del bebé y añadió que, el Instituto de Psiquiatría de Baja California, cuenta con programas diseñados para ayudar a controlar el alcoholismo y así reducir el riesgo para la madre y el bebé.

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