
WASHINTON, JUNIO 22, 2023.– La administración de Donald Trump ordenó bombardeos de precisión contra tres objetivos nucleares estratégicos en Irán: Fordow, Natanz e Isfahán, dentro de una operación denominada “Operation Midnight Hammer”.
La ofensiva fue ejecutada este sábado por 125 aparatos, incluidos siete bombarderos furtivos B‑2 Spirit que recorrieron 18 horas desde Misuri y lanzaron 14 bombas GBU‑57 MOP de 30 000 lb, capaces de perforar estructuras subterráneas extremadamente endurecidas. Además, se dispararon más de dos docenas de misiles de crucero Tomahawk desde submarinos Ohio-class. Imágenes satelitales de este domingo muestran cráteres y túneles colapsados en Fordow.
Declaraciones oficiales:
Trump calificó la acción como un “espectacular éxito militar” y afirmó que las instalaciones fueron “completamente y totalmente obliteradas”. El vicepresidente J.D. Vance aclaró que el objetivo era frenar “las ambiciones nucleares” de Irán, no declararles la guerra.
Contexto y coordinación:
Estas acciones se suman a los ataques previos de Israel del 13 de junio contra instalaciones iraníes –una evolución del conflicto entre Israel e Irán– y fueron coordinadas con Tel Aviv, según el Pentágono.
Reacciones internacionales:
• Irán calificó el ataque de “violation imprudente del derecho internacional” y advirtió que responderá utilizando “todos los medios posibles”
• ONU —el secretario general António Guterres lo definió como una “escalada peligrosa”
• Francia, Reino Unido y China expresaron su preocupación y pidieron una desescalada urgente.
• En EE. UU., el ataque generó divisiones: muchos legisladores republicanos lo respaldan, mientras que demócratas, liderados por Chuck Schumer, piden una votación del Congreso bajo la Ley de Poderes de Guerra.
Alarmas y medidas de seguridad:
Autoridades en Nueva York y Washington declararon alerta máxima ante posibles represalias. El espacio aéreo israelí también se cerró temporalmente.
Perspectiva regional:
Se presume que Irán podría atacar bases estadounidenses en Oriente Medio, especialmente aquellas en Irak, como la base aérea de Al‑Asad. Además, movimientos regionales como Hamas y los hutíes han prometido represalias por el apoyo de EE. UU. e Israel.Este ataque marca una significativa escalada en el conflicto Oriente Medio‑Irán, al involucrar directamente a EE. UU. con un ataque de gran escala y sofisticación.
Aunque Trump asegura que no busca una guerra total, la comunidad internacional advierte sobre riesgos inmediatos de escalada y presión diplomática.