TIJUANA, MARZO 10, 2022.– En tanto que el gobierno estatal, diputados y agrupaciones de periodistas delinean las reformas que ocupa la Ley para la Protección de Periodistas y Defensores de Derechos Humanos, en el gremio periodístico debe conformarse una comisión unida de monitoreo y clasificación de riesgos.
Esa es la propuesta del analista y asesor de seguridad, José Antonio Tamayo Delgado, invitado por integrantes de la Asociación Nacional de Periodistas AC, ANPAC de Baja California, para dialogar sobre las mejores medidas de seguridad a periodistas en riesgo.
Luego de invitar a realizar mesas de trabajo entre las diversas agrupaciones, Tamayo Delgado explicó que la temática toral es depurar y clasificar riesgos, para una eficiente aplicación de estrategias a quienes realmente ocupen una protección con presencia.
“Los monitoreos por teléfono, rondines, y patrullas que por momentos estén cerca de la casa del periodista, no le garantizan la vida ni su integridad física; la protección que sirve es la presencia de una o dos personas con imponente aspecto y experiencia”, indicó José Tamayo.
De sus 25 años de experiencia en la Policía Municipal, el analista y asesor en seguridad advierte también que, una vez que se asigne un escolta a un periodista, no debe crearse una familiaridad entre ambos, porque entonces habrá descuidos, errores, y aumentarán los riesgos.
Para la asignación de escoltas, precisó, primero los propios periodistas deben entablar mesas de trabajo, una comisión de representantes de cada agrupación, para analizar los perfiles de quién o quiénes ocupan la protección, y exigirla a las autoridades, no como una caridad sino como una obligación, por Ley.
En esas mesas de trabajo es importante depurar, porque en el gremio se conoce quiénes desempeñan la labor periodística como oficio principal, y con responsabilidad, y quiénes, por sus notas y gráficas, pueden tener riesgos sobre su integridad y su vida.
Con esos análisis, hechos por los propios periodistas, la autoridad no puede pretextar un proceso tardado, ni tampoco que “obsequia”, “otorga” o “lo hace en atención a”, porque debe ser una obligación; en todo caso, el siguiente paso es la evaluación de quién asignan como escolta.
Para la parte de las asesorías y el aspecto jurídico de las solicitudes, el asesor José Antonio Tamayo Delgado ofreció su apoyo, junto con unos abogados y otros expertos en temas de seguridad.