Don Juan Carlos se salva de morir ante intervención del DIF y Cruz Roja

Don Juan Carlos está en el Hospital General atendido por médicos especialistas en geriatría

Tal vez usted conoció en la Central de Abastos a Don Juan Carlos Flores, de 70 años de edad. Estaba fuerte como un roble, cargaba pesadas cajas de verduras, una encima de la otra, pero los años se le vinieron encima y de pronto enfermó.

Solito, sin familia que lo atendiera, extrañamente su abdomen se comenzó a partir, le aparecieron llagas que le supuraban pus

La ausencia de Don Juan Carlos, nadie la notó en el vecindario de La Ciénega, hasta que los vecinos notaron que en ambiente flotaba un hedor a putrefacción.

Don Juan Carlos decaía más y más hasta ya no poder moverse. Las llagas se comenzaron a multiplicarse en su cuerpo y para detener la herida purulenta le colocaron, vecinos caritativos, un pañal.

Vicky, una activista de Camino Verde, conoció del caso y contactó en su módulo a un diputado, este a su vez me enteró del caso y me pidió ayudarle publicando su situación a fin de atenderle.

Amablemente le pedimos apoyo al DIF Estatal mientras Vicky le marcaba al 911 para atender al hombre que ya no podía subir a la cama y por tanto se tendía en el piso.

Cruz Roja llegó al punto y valoró la emergencia. Estaban listo para trasladarlo a un hospital, pero el protocolo creado recientemente con la pandemia dictaba avisarle al médico responsable del Centro Regulador de Urgencias Médicas (CRUM) (Dependiente de la Jurisdicción Sanitaria.

Casi podían suponer que les dirían que no lo trasladaran:

La razón: saturación en el Hospital General. Y así ocurrió, en virtud de que los signos vitales del hombre no eran de conmoción, o peores, lo dejaron en su casa para que «alguien» lo llevara a un hospital donde tendrían que detenerle la poderosa infección que se lo devoraba en vida.

La intervención del DIF que envió a personal hasta su casa permitió que llegara nuevamente la ambulancia, pero esta vez, Don Juan Carlos fue categórico: «No quiero ir a ninguna parte»

Los paramédicos le preguntaron por su voluntad y Don Juan Carlos les dijo con el último grito que le quedaba «que lo dejaran ahí»

Dejar a un hombre de 70 años, en un cuarto frío, sólo, sin apoyo de nadie, con una herida grande, abierta, era condenarlo a morir de la peor manera.

Una tercera visita este día permitió a los profesionales de Cruz Roja y del DIF Estatal hacerle ver al hombre de la tercera edad que lo querían ayudar, que estaría mejor en un hospital y que por favor se dejara ayudar.

La muestra de altruismo de los paramédicos conmovió a todos en la Calle 4ta del Bulevar San Martín en La Ciénega cuando al fin el hombre se rindió para pedir ayuda y aceptar el traslado.

Sus ganas de vivir regresaron a pesar de la depresión que le ha causado el abandono y solo porque llevaban las manos ocupadas al trasladarlo, no pudieron ellos mismos brindarle un aplauso…

Allá en el Hospital General, le encargamos mucho al Doctor Clemente Zúñiga, Director del nosocomio para que -ya que pedir no empobrece- sea él mismo quien lo atienda y le de tratamiento, pues Zúñiga es geriatra, médico especializado en viejitos y además es una persona de gran corazón.

Gracias a todos los que se preocuparon y estaban prestos para apoyar en lo que sea este nuestro abuelo Juan Carlos, necio como el que más…

Bendiciones a tod@s…

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