El evento, organizado por la Fundación Tijuana Sin Hambre, cautivó a los niños con actividades que promovieron momentos de felicidad y distracción. Uno de los momentos más esperados fue la presentación del espectáculo de Poing, donde los personajes favoritos de los niños cobraron vida, llenando de risas y emoción el ambiente.
Además del entretenimiento, también disfrutaron de deliciosos tacos varios, pizza, espagueti y banderillas, y para endulzar aún más la ocasión, no faltaron los dulces y los cupcakes preparados por los chicos de Universidad Vizcaya.
«Todo niño merece ser feliz, y es nuestro compromiso llevar alegría y esperanza a quienes más lo necesitan», expresó Maru Riqué de Vargas Fundadora de Tijuana Sin Hambre. «Más que ofrecer un plato de comida, queremos regalar momentos inolvidables que inspiren y fortalezcan a nuestra comunidad».
La Fundación Tijuana Sin Hambre reafirma así su compromiso con el bienestar y la felicidad de aquellos que más lo necesitan, demostrando que juntos podemos construir un futuro más brillante y solidario para todos.