WASHINGTON, DICIEMBRE 19,2024.-Una ciudadana mexicana extraditada a Estados Unidos desde México en 2023 se declaró hoy culpable de liderar una conspiración de contrabando de personas que operaba en Mexicali, en la frontera entre Estados Unidos y México, durante varios años.
Según los documentos judiciales, Ofelia Hernández-Salas, de 63 años, dirigía una organización de contrabando de personas que facilitó el viaje de más de 100 migrantes a Estados Unidos desde Bangladés, Yemen, Pakistán, Eritrea, India, Emiratos Árabes Unidos, Uzbekistán, Rusia, Egipto, Brasil, Perú, Ecuador, Colombia, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, El Salvador, Guatemala y México y a través de esos países. La organización de Hernández-Salas cobraba a los migrantes hasta decenas de miles de dólares por realizar el viaje y les indicaba por dónde cruzar ilegalmente la frontera con Estados Unidos, incluso proporcionándoles una escalera para saltar la valla fronteriza. Hernández-Salas y sus cómplices iban armados con pistolas y cuchillos y también robaban dinero y efectos personales a los migrantes.
“Hernández-Salas se ha declarado culpable de dirigir una organización delictiva que introducía clandestinamente en Estados Unidos a migrantes procedentes de más de una docena de países”, declaró el fiscal general Merrick B. Garland. “Su declaración de culpabilidad es el ejemplo más reciente del largo alcance y el compromiso inquebrantable de la Fuerza de Tarea Conjunta Alpha (JTFA) para llevar ante la justicia a los líderes de las operaciones de contrabando de personas que victimizan a los migrantes con fines de lucro y ponen en peligro nuestra seguridad nacional”.
“Los contrabandistas de personas son despiadados: mienten, roban y ponen en grave peligro a sus víctimas, sembrando la muerte y la devastación en toda nuestra región”, declaró el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro N. Mayorkas. “El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) seguirá trabajando con nuestros socios federales e internacionales para ayudar a desmantelar las operaciones de contrabando de personas y llevar a los autores ante la justicia”.
“Pusimos en marcha la JTFA hace tres años para desarticular las redes de tráfico de seres humanos que causan miseria en todo el Hemisferio Occidental”, declaró la vicefiscal general Lisa Monaco. “Hoy, una líder de una de esas redes se declaró culpable, dejando claro que a quien intente sacar provecho de la desesperación de otros, el sistema de justicia de Estados Unidos le hará responsable”.
“Hernández-Salas dirigía una prolífica organización de contrabando de personas que traía ilegalmente a migrantes de todo el mundo a los Estados Unidos, cobrando a los migrantes miles de dólares, y a menudo robándoles dinero y pertenencias adicionales”, dijo la vice asistente principal del Fiscal General Nicole M. Argentieri, jefa de la División Penal del Departamento de Justicia. Estas operaciones delictivas no sólo violan la legislación estadounidense, sino que también ponen a los inmigrantes en una situación de gran riesgo personal y financiero”. El Departamento de Justicia, a través de la JTFA, se compromete a colaborar con nuestros socios extranjeros encargados de la aplicación de la ley en México y en otros países para desarticular y desmantelar peligrosas organizaciones delictivas transnacionales”.
“La extradición es una herramienta poderosa para que los líderes de las organizaciones delictivas transnacionales rindan cuentas ante la justicia estadounidense”, declaró el fiscal federal del Distrito de Arizona, Gary Restaino. “Pero requiere cooperación y colaboración con nuestros vecinos. Gracias a todas las partes interesadas de la JTFA en todo el Gobierno Federal por derribar barreras y trabajar de manera proactiva y colegiada con las autoridades mexicanas”.
Hernández-Salas se declaró culpable de conspiración para traer a un extranjero a Estados Unidos y de tres cargos sustantivos de traer a un extranjero a Estados Unidos para beneficio comercial o ganancia financiera privada. Su sentencia está prevista para el 10 de marzo de 2025 y se enfrenta a una pena máxima de 15 años de prisión. Un juez del Tribunal Federal de Distrito determinará la sentencia tras considerar las directrices de Estados Unidos para la imposición de penas y otros factores legales.
En junio de 2023, la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos impuso las sanciones correspondientes (en inglés) a la organización delictiva transnacional Hernández-Salas.
Hernández-Salas y el coacusado Raúl Saucedo-Huipio, de 50 años, fueron detenidos por las autoridades mexicanas a petición de Estados Unidos en marzo de 2023. Saucedo-Huipio permanece detenido en México.
La Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) en Yuma está investigando el caso con la ayuda de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) de Estados Unidos, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) de Estados Unidos, el FBI y el Servicio de Alguaciles de Estados Unidos, en colaboración con la oficina de HSI en Tijuana, la INTERPOL y la Unidad contra el Contrabando de Personas de HSI en Washington D. C. El Centro Nacional de Identificación/División de la CBP contra las redes organizadas y la OFAC también han prestado una valiosa ayuda.
El codirector de la JTFA, Jim Hepburn, y el abogado litigante Patrick Jasperse, de la Sección de Derechos Humanos y Procesos Especiales (HRSP) de la División Penal, así como la fiscal federal adjunta Lisa Jennis, del distrito de Arizona, están llevando el caso.
La Oficina de Asuntos Internacionales (OIA) del Departamento de Justicia brindó importante asistencia para conseguir el arresto y extradición de la acusada desde México. El Departamento de Justicia agradece a sus socios policiales, que fueron decisivos para el arresto y la extradición de Hernández-Salas.
La investigación también tiene el apoyo del programa Grupo Especial contra los Viajes Delictivos Extraterritoriales (ECT), una asociación entre la División Penal del Departamento de Justicia y la Unidad contra el Contrabando de Personas de HSI. El programa ECT se enfoca en las redes dedicadas al contrabando de personas que puedan presentar riesgos particulares a la seguridad nacional o la seguridad pública, así como plantear graves preocupaciones humanitarias. El ECT ha dedicado recursos de investigación, de inteligencia y para el procesamiento. El ECT también coordina y recibe ayuda de otras agencias del Gobierno de Estados Unidos y así como de autoridades policiales en el extranjero.