CUIDAD DE MÉXICO, ENERO 20, 2025.- La Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC), ante la inminente llegada al poder de Donald Trump en su segundo periodo presidencial, expone los riesgos a los que se enfrenta el canal del pequeño comercio debido a las constantes amenazas lanzadas por el mandatario contra los intereses económicos de nuestro país.
Trump ha manifestado su intención de imponer un nuevo arancel del 25% a las importaciones provenientes de México y Canadá más un 10% extra a los productos de origen chino. De la misma forma, ha hablado en varias ocasiones sobre la posibilidad de imponer aranceles a los productos que Estados Unidos exporta a México. “Al respecto, cabe mencionar que México depende en gran medida de productos agrícolas provenientes de Estados Unidos, como maíz, soya, carne de cerdo, trigo, lácteos, frutas, como manzanas y uvas, y otros productos procesados. Claro está que los costos adicionales derivados de estos aranceles serían finalmente trasladados a los consumidores al incrementarse el precio de estos alimentos básicos, resultando afectados los bolsillos de las familias de menores ingresos, las más vulnerables y también muchos pequeños comercios se verán complicados para ofrecer productos a precios accesibles a sus clientes”, explicó Cuauhtémoc Rivera, presidente de ANPEC.
Trump ha manifestado también su intención de aplicar medidas estrictas contra la inmigración ilegal, incluyendo deportaciones masivas de migrantes indocumentados. 35 millones de personas conforman la población de origen mexicano viviendo en Estados Unidos, todos enraizados familiarmente a 12 millones de migrantes que alcanzaron el sueño americano, siendo 4.1 millones los migrantes que no cuenta con documentos legales y que sufren la amenaza de deportación, lo que les obliga a vivir a la defensiva, evitando salir más allá del trabajo y actividades esenciales, en un estado de autoencarcelamiento social, enfrentando días oscuros y solitarios. El ambiente de xenofobia y discriminación que prevalece permite que las autoridades los detengan en la calle para pedirles documentos o irrumpir en sus hogares con el mismo propósito. A mayor xenofobia, mayor será la explotación laboral a la que serán sometidos, pues los empleadores aprovecharán la hostilidad del discurso trumpista para abusar de la fuerza laboral migrante y pagar salarios más bajos.
“Esta agresiva política contra los migrantes pone en riesgo las remesas, que representan la principal fuente de ingresos de México. En 2024, las remesas superaron los 60,000 millones de dólares, lo que refleja la fuerte conexión y apoyo económico que mantienen nuestros compatriotas en Estados Unidos con sus familias en México. Destaca California, Texas, Illinois, Arizona, Nevada y Nueva York como los estados que más remesas envían y los estados de Guanajuato, Michoacán, Jalisco, Ciudad de México, Estado de México y Puebla fueron los principales receptores de estas transferencias. Estas remesas coadyuvan con la economía familiar de cerca de dos millones de hogares en el país y hacen posible que eleven su calidad de vida. Pues bien, Trump pone todo esto en riesgo, ya que las deportaciones y la xenofobia seguro harán decrecer el monto de las remesas que recibimos. El consumo y la economía local de los suburbios y barriadas de México podrán experimentar una caída abrupta en la demanda y consumo de productos y servicios”, detalló Rivera.
La amenaza de deportaciones masivas podría desencadenar una grave crisis de empleo en México. Actualmente, alrededor de 26.9 millones de personas (44.5%) trabajan en el sector formal mientras que aproximadamente 32 millones de personas (53.0%) están en la informalidad. Además, 1.5 millones de personas (2.5%) están desempleadas y en busca de trabajo. La política migratoria trumpista conducirá a que el nivel de desempleo aumente.
Caravanas de migrantes latinos huyendo de la marginación que viven en sus países de origen se han gastado todo en su intento en llegar a Estados Unidos y, al no poder cruzar la frontera, se encuentran atrapados en nuestro país, viviendo en albergues o campamentos migrantes desbordados, en donde las condiciones son sumamente insalubres y la atención es deficiente en términos de alimentación, vestido, vivienda y atención médica. Ciudades como Matamoros, Reynosa, Nogales, Chihuahua y Tijuana se han convertido en lo que algunos llaman «ciudades santuario», en donde los migrantes esperan la oportunidad o milagro de entrar a Estados Unidos en tanto buscan desesperados una oportunidad de trabajo en México.
El desafío será aún mayor cuando comiencen las deportaciones de migrantes que también demandarán empleo y condiciones de vida dignas. Lo que se avecina es serio y el gobierno mexicano aún carece de políticas públicas efectivas y humanitarias que proporcionen a los migrantes lo que de verdad necesitan, la posibilidad de acceder a un empleo digno que les permita sostenerse en pie y desarrollarse. La reacción del gobierno federal no ha estado a la altura de las circunstancias de incertidumbre y temor que ya viven los mexicanos en Estados Unidos, la mayoría se sienten abandonados y sin el acompañamiento y protección adecuados de México.
En materia de seguridad, Trump ha expresado su intención de combatir a los cárteles del narco en México y designarles como organizaciones terroristas, lo que permitiría al gobierno norteamericano, de acuerdo con sus propias leyes, invadir nuestro territorio por motivos de seguridad nacional, supuesto que lo faculta para enfrentar el riesgo y cancelarlo donde sea que se encuentre.
“La inseguridad ya es un reto para los pequeños comerciantes, quienes enfrentan el robo, extorsiones y violencia en sus establecimientos, además que los hechos de violencia han provocado psicosis en la sociedad, vivimos tras rejas autoimpuestas para protegernos, los consumidores no salen a comprar de noche, no hay condiciones para trabajar en libertad en muchas partes del país. La amenaza de Trump sin duda generará una escalada de violencia e inseguridad mayor; más sangre derramada, consolidándose como una verdadera zona de guerra”, precisó Rivera.
Hasta ahora, existen dos posiciones frente a todas estas amenazas. Una sostiene que el estilo de gobernar de Donald Trump se basa en hacer grandes amenazas para obtener las mejores condiciones de negociación en la mesa; para quienes tienen esta visión sus amenazas resultan poco creíbles; sin embargo, ANPEC cree que esta postura no corresponde a la realidad actual, pues aunque solo esté blufeando, este discurso agresivo lleno de amenazas ya tiene consecuencias y efectos colaterales negativos como los que ya fueron descritos.
Las consecuencias humanas y sociales del nuevo mandato de Donald Trump alteran la vida de millones de personas y no solo afecta a México, ha realizado insinuaciones sobre controlar Groenlandia, anexarse Canadá y obtener nuevamente el control del Canal de Panamá. Por ello, ANPEC no está de acuerdo con relativizar las consecuencias de la llegada de Trump al poder y mucho menos minimizar sus amenazas. “Nos están afectando ya, debemos estar atentos, organizados y listos para defender nuestros intereses en todo momento”, concluyó Rivera.
#MexicoUnidoJamásSeráVencido
#NoArancelesNoDeportaciones