TIJUANA, DICIEMBRE 27, 2022.- A la edad de 82 años murió el impulsor del Grupo Político Tijuana, Salvador Kayachanian Kaloyan.
Debilitado por las secuelas que le dejó el Covid-19, Don Salvador Kayachanian murió mientras era intervenido quirúrgicamente, víctima de un paro cardíaco.
Enamorado de Tijuana, amable con los amigos, de raíces armenias Don Salvador será recordado por su activismo en favor de la ciudad a la que contribuyó desde el activismo político y en la construcción de la Torre Agua Caliente (Réplica ubicada en el Bulevar Agua Caliente) en colaboración con el constructor de la obra, Ingeniero Jorge Ruiz Fitch. Construcción iniciada el 11 de julio de 1984 con la presencia de tijuanenses e integrantes del Club de Leones así como autoridades civiles y militares.
En ese entonces, según el (Archivo Histórico de Tijuana) para recolectar el dinero para la construcción de la nueva Torre de Agua Caliente, el Club de Leones organizó un «Maratón Aéreo» en el que participaron dos avionetas Cessna 150, piloteadas por el aviador Sergio del Río y por el locutor y piloto José Luis Rivas Marentes, quienes recorrieron el cielo de Tijuana por 48 horas (aterrizando solamente para el abasto de combustible y mantenimiento). La Torre de Tijuana, como se le llamó, fue inaugurada el 14 de mayo de 1988 con el beneplácito de Don Salvador, quien dejó con todos los que contribuyeron a este gran legado.
Lo recordamos como tesorero del Partido Revolucionario Institucional, en sus mejores tiempos y posteriormente en las reuniones semanales el Grupo Político Tijuana donde desfilaron personalidades de la vida politica y social de la cuidada, siempre con miras a engrandecer nuestra frontera.
Sus padres migraron a la ciudad de México procedentes de Armenia, pero su mamá no soportaba los más de dos mil metros sobre el nivel del mar del entonces Distrito Federal así que mientras que su primer hijo Gregorio nació en la ciudad de México, Salvador nació en Pachuca, estado de Hidalgo y luego atraídos por sus primos quienes se encontraban en Fresno, California se trasladaron a la frontera donde encontraron un nicho de oportunidades, bajo el trabajo arduo y dedicación a los negocios.
La familia Kayachanian vendía llantas en la Ciudad de México, un negocio que se llamaba «Llantas Galgo«, luego decidieron dedicarse a otra cosa en esta frontera: la venta de zapatos.
Corría el año de 1941 cuando abrieron la Zapatería París, en la calle Niños Héroes, entre Tercera y Cuarta. Luego, con mucho esfuerzo y capacidad empresarial abrieron la otra: Zapatería Capri, en la Constitución y ambas fueron un verdadero éxito con el patrocinio de los tijuanenses.
Luego apuntaron a los bienes raíces, en una ciudad que en crecimiento, que les dio cobijo, buenos negocios en tanto los jóvenes Kayachanian, herederos de la cultura del esfuerzo de sus padres, le pusieron gran empeño e hicieron crecer aún más sus inversiones.
Con un gran Don de persona, gran trato para los demás, sentido compasivo y altruismo se ganó un espacio de aprecio entre la población.
Cada vez que se encontraba con quien esto escribe, sacaba una pluma de la bolsita de su camisa, le apretaba el botón que hacía salir la punta del repuesto, regresaba el cartucho y extendía la mano para regalársela. Y eso lo hacía, siempre… Me dio tantas plumas, como veces lo vi y salude. Yo le decía Don Salvador…. Ya me dio una la vez pasada… Pero me veía con sus ojos cansados y me decía siempre lo mismo: «es un regalo para usted». Esas plumas, no tenían un gran valor monetario en el mercado, pero para mi representaban una muestra de su cariño para mi persona.
En Facebook y en WhatsApp informé de su partida, redes que no existían cuando Don Salvador realizaba su activismo en sus mejores años de vida. Pero entre los comentarios que recojo destaca uno: «Era un buen hombre».
Descanse en Paz amigo Don Salvador Kayachanian. Gracias por tantas plumas.
Si supieran lo que le hizo a su abuelo materno