TIJUANA, JUNIO 25, 2023.- Este domingo falleció el periodista Ramón Aguilar quien se desempeñó como jefe de redacción de Notivisa y hasta hace unos meses, previo a su jubilación, fungía como encargado de difusión del IMSS en Baja California.
Le dedicamos estas palabras:
Querido Ramón, «Mi Raymod» (como te decía tantas veces) te has movido a otra dimensión… Y ahora eres viajero-graduado-de este mundo. Mi amigo, periodista de la Escuela Carlos Septién García, cómo te gustaba reír cuando me llamabas a mi celular para pedirme espacio en la radio, pero antes disfrutar de la voces que aún puedo imitar y seguirme el juego en una conversación que terminaba en una carcajada, que hasta nos hacía toser a los dos…
Me enteré hace unas horas de tu graduación en esta vida y con honores pues de periodista, esposo, padre, buen amigo, buen hermano pasaste a ser guerrero contra el cáncer que jamás venció tu buen humor.
-Pues-ahora-sí-que… Qué-milagro-Don Ramón… Si-me-llama-es-sinónimo-de-que-quiere-un-préstamo-para-pagar-la-tele-que-sacó-de-la-Coppel…
Te decía imitando la voz de tu amigo Fernando Del Monte Ceceña…
¡Cómo te gustaba seguirme la corriente:! De esas conversaciones chuscas que teníamos, en un ambiente de total confianza y hermandad.
-Señor del Monte -me contestabas- hágame el re-favor de hacerme fuerte con un préstamo… Ya no aguanto a los aboneros, de la Coppel. Mire, justamente, usted no está para saberlo, pero uno de ellos está tocando a mi ventana y como no tengo cortinas, señor, se me queda viendo rete feo… Ha de ser muy envidioso, al verme lo guapo que estoy, señor…
Tu chiste fino, inteligente, nos terminaba por hacer reír a los dos a carcajadas.
Así eras «Mi Raymond» un hombre empático y siempre presto para ayudar a los demás. Las entrevistas que me pediste fue para anunciar programas de apoyo social o avisos para prevenir enfermedades, campañas del IMSS donde trabajaste mientras enfrentabas calladamente tus dolencias.
La última vez que hablamos por teléfono me comentaste que tenías una dolencia en la garganta una debilidad en la respiración a consecuencia de tu lucha (no comprendí muy bien y no quise preguntar. A veces aún siendo reportero, uno deja de preguntar muchas cosas) y que tus cuerdas bucales andaban recuperándose. Entonces te quise hacer reír de inmediato y te dije apresurado…
-Ah! entonces te voy a contar muchos chistes mi Ramón para que te rías un buen rato.
-No sea usted cruel Don Odilón, ja, ja, ja, ja, ja, ja
Y dejaste soltar una tos que no era la misma de nuestras múltiples conversaciones, sino otra que en verdad me preocupó.
Me dijiste que estarías en mi programa de TV La Historia de Cada Día por canal 45.2 para contar tu historia, como lo hacen decenas de personas valiosas como tú.
Ya no me volviste a llamar y ahora entiendo lo que pasó. Que aunque querías estar con tu amigo Don Odilón, en su programa. Tuviste que adelantar la graduación de esta vida temporal.
Ahora podrás volver a apoyar con tus consejos serios y ejecutivos a Don Joél Galeana Sánchez, ese compañero que tú abrazaste para ayudarle, una y mil veces, en la difícil tarea de reportear la nota roja.
Te va a gradecer, estoy seguro, las letras que le dedicaste cuando se nos adelantó, aquel 24 de agosto del 2015. Aquel día le escribiste:
«El Carnalito, un amigo de siempre, un maestro en el arte del reporteo, excelente periodista, definitivamente un buen hombre, mi hermano. Que en paz descanse»
Y te vas a encontrar a Alcide Roberto Beltrones Rivera a quien definiste a su partida a la siguente vida al definirlo como: «Un hombre de facciones duras pero de corazón blando, un caballero, todo un líder y un gran jefe con extraordinario sentido del humor. Se le va a extrañar contador, gracias por todo».
Ahora somos tus hermanos los que te deseamos buen viaje y que sigas creciendo. Nos dejas en el alma una caricia, una sonrisa en los labios al saberte siempre bondadoso con todos los que trabajamos contigo en esa redacción de Notivisa, donde logramos hacer equipo y al final de noticiario estelar vernos a los ojos y darnos un fuerte apretón de manos al ver el trabajo terminado de manera profesional, excelsa, magistral bajo tu organización y correcciones.
Hasta pronto «Mi Raymond», Descansa en Paz de esta vida pasajera y feliz despertar a la nueva que sin duda será toda una aventura para ti y los que tengan la suerte de conocerte, como yo.
-Esoooooo Chingao! es usted… de otro mundo, carajo!
(Te escuché en mi mente, me decías esto al final de mi texto)
Adiós hermano.
