BAJA CALIFORNIA, JUNIO 11, 2021.-La importancia de acudir a las Unidades de Medicina Familiar (UMF) en cuanto se registran los primeros síntomas de artritis reumatoide puede ocasionar que la enfermedad sea controlable y, sobre todo, evitar la deformación de las extremidades que pueden llegar a provocar la incapacidad permanente del paciente, dijo el director de la Unidad de Medicina Familiar (UMF) No. 17 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en Rosarito, Camilo Padilla Gutiérrez.
De acuerdo con el doctor, gran parte de las consultas de Reumatología corresponde a casos de artritis reumatoide, la mayoría de ellas de pacientes con secuelas graves debido al descuido, lo que provoca deformidades que lleva a la incapacidad permanente del paciente.
El director de la UMF No. 17 señaló que la artritis reumatoide es una enfermedad crónica degenerativa que afecta a una de cada 10 personas. Explicó que se desarrolla con frecuencia entre mujeres y no necesariamente de edad avanzada.
La causa no se ha determinado con certeza, pero se han estudiado agentes infecciosos como bacterias y virus que desencadenan un proceso autoinmune, es decir, la producción de anticuerpos que atacan al propio organismo.
Advirtió que se ha demostrado que el consumo de tabaco y la obesidad son factores de alto riesgo en el padecimiento de la artritis reumatoide. Hasta el momento, no existe cura para este mal; sin embargo, se cuenta con los tratamientos que permiten al paciente controlar el malestar y detener la deformidad.
Al respecto, el doctor Camilo Padilla resaltó la importancia de acudir a control médico, ya que la enfermedad puede afectar entre otros órganos al riñón, corazón, pulmones, etcétera.
Los síntomas más frecuentes son dolor e inflamación en articulaciones pequeñas como muñecas y nudillos, hinchazón y rigidez por las mañanas, la aparición de abultamientos duros (nódulos reumatoides) en las zonas de roce de la piel como los codos, el dorso de los dedos de las manos y de los pies.
Las personas predispuestas a este padecimiento deben evitar actividades que precisen esfuerzos físicos, obliguen a estar mucho tiempo de pie o necesiten de movimientos repetitivos y de esfuerzo, sobre todo con las manos.