TIJUANA, MAYO 24, 2022.- El diputado Federal por Baja California, Héctor Mares Cossio propuso de manera urgente que el sector de la construcción comience ya a emplear agua tratada en vez de agua potable para sus procesos de edificación. Lo anterior en virtud de la reducción prevista en 99 millones de metros cúbicos del agua que se reparten México y Estados Unidos proveniente del Río Bravo.
El legislador afirmó que es la única manera de salir adelante tras el colapso que puede representarla reducción más grande en el Tratado de Límites y Aguas en la historia de la relación México Estados-Unidos desde que se firmó en 1944.
«Si tenemos conciencia de lo que significa que no nos entreguen el agua a la que estamos acostumbrados esto significa no sólo tandeos sino para comunidades de la costa como Rosarito y Ensenada implicaría quedarse sin agua por periodos de uno a dos días», mencionó Mares.
Es importante informar que la Comisión Internacional de Límites y Aguas CILA ha informado al gobierno de México que la situación del Río Bravo es la peor de los últimos 100 años, en virtud de una sequía que afecta ya a las presas Hoover y Glen Canyon.
El recorte para el 2022 podría ser importante, pero de seguir las cosas como están en el 2023 el recorte podría ser aún más significativo.
El legislador manifestó que además de las fuentes alternativas de abasto que ya se exploran en Baja California es importante que el agua no se desperdicie en procesos que consumen mucha agua y hasta el momento no han sido regulados como la construcción.
Mares señaló que los procesos de reciclaje de agua residual es una importante alternativa que no se ha explorado, pero que resultaría en una vital contribución a la utilización eficiente del vital líquido.
Para entender la gravedad del problema lea el más reciente comunicado de la CILA a continuación: