ENSENADA, MAYO 1, 2022.- La pesca y la acuacultura de Baja California, y su vinculación con la vitivinicultura, han generado un prestigio gastronómico que beneficia a toda la región, reconoció la secretaria de Pesca y Acuacultura (SEPESCA), Alma Rosa García Juárez.
La titular de la SEPESCA elogió el éxito de encuentros como el XXII Festival de las Conchas y el Vino Nuevo, en el que participa el Gobierno del Estado, junto con productores organizados, enólogos, chefs e instituciones académicas.
Dijo que eventos como este promueven la calidad de los alimentos que se producen en Baja California, como el ostión, “con una historia de ciencia aplicada y de esfuerzo de comunidades como la de San Quintín, desde hace cinco décadas”.
“Esta realidad que hoy nos da presencia y prestigio, en México y en muchas partes del mundo, no es casualidad, sino producto del trabajo y la visión de hombres y mujeres que dan un extra por su comunidad”, comentó.
Reconoció el esfuerzo conjunto de Provino, que preside Mauricio Cantú Barajas, la Cámara Nacional de las Industrias Pesquera y Acuícola (CANAINPESCA), a cargo de Sergio Guevara Ecamilla, y de productores pesqueros, acuícolas y vinicultores, para lograr estos objetivos.
También participan chefs invitados, e instituciones como la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), el Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CICESE), y el Instituto Nacional de Pesca y Acuacultura (INAPESCA).
“Cada concha y cada botella que se abren, para degustar y convivir, son producto de un esfuerzo y de una historia de muchos bajacalifornianos”, mencionó.
San Quintín, añadió, es una región pionera en la industria acuícola, y en los 54.3 kilómetros cuadrados de superficie cultivada, en Bahía Falsa, comenzó la historia.
Recordó que ahí la SEPESCA creó el primer Comité de Coadyuvancia Acuícola del país, un hecho que además de simbólico, era especialmente necesario para estimular esta actividad.
En el 2020, señaló, la producción acuícola en esta región fue de mil 79 toneladas, con un valor de mercado de 8.2 millones de pesos, y con una planta de 152 empleos para beneficio de 153 familias.
También se refirió a las experiencias ostrícolas exitosas de la Bahía de Ensenada, Laguna Manuela en Villa Jesús María, Laguna Intermareal de Guerrero Negro, Eréndira, El Rosario y el caso de las mujeres acuacultoras del Golfo de California.
En los años recientes, en Baja California se han logrado cosechas de ostión de tres mil toneladas en promedio, pero pueden ser muchas más, porque se tiene a capacidad, la tecnología y el entusiasmo de la gente.