Murió René Treviño el priísta que construyó el Palacio Municipal de Tijuana

Un icono de la buena política de antaño, perteneciente al PRI y un hombre que pudo haber cambiado la historia del priísmo, pero le negaron ser gobernador de Baja California.

TIUANA, SEPTIEMBRE 221, 2022/DTJ.- En enero cumplió 87 años de edad, rodeado del amor de sus hijos a quienes por cierto formó con los principios del respeto y humanismo.
Economista y político tijuanense, ex alcalde del XI Ayuntamiento de esta ciudad fronteriza.
Don René, de amable trato, siempre tuvo un gesto amable para quien esto escribe:
-Don René! ¿Le puedo hacer una entrevista?
-Con todo gusto! Usted dirá! -esbozaba con sonrisa- ¿Cómo ha estado mi amigo?
En los 90´s la poderosa presencia del PAN lo había retirado del escenario, ya habrían transcurrido otros alcaldes, entre ellos Federico Valdez, como sucesor en la esfera del PRI y ahora se dedicaba a participar en su partido de las reuniones que efectuaba su querido revolucionario para reestructurarse, aunque pasarían muchos años, sin que ellos lo supieran para regresar a la presidencia municipal, con la candidatura de Jorge Hank.
Don René, no nació en Tijuana sino en Coahuila, pero desde muy joven emigró, junto con sus padres a esta ciudad fronteriza donde se asentó como todo un tijuanense de la Colonia Libertad.
Hay una anécdota muy interesante sobre este personaje que pudo haber cambiado, tal vez la historia del priísmo bajacaliforniano y no debe olvidarse jamás:
René Treviño, de inmenso arrastre y simpatía entre las estructuras del PRI se preparaba para ser candidato a la gubernatura de Baja California. Su gran obra, el palacio municipal de Tijuana y su honestidad en el gobierno municipal donde se concentraba el electorado le daban la autoridad para ser el candidato natural.
Solo faltaba el visto bueno del PRI nacional que encabezaba en aquel entonces, nada menos que Luis Donaldo Colosio Murrieta. (Recuerde que Colosio fue presidente del PRI de 1988 a 1992).
Pero en un mitin «multitudinario» una palabrita que le gustaba mucho a los periodistas de aquella época, por eso la empleo aquí sucedió lo inexplicable:
René debía ganar la candidatura a una persona: el senador Gustavo Almaraz Montaño. No había otro aspirante!
Pero en aquel mitin donde se conocería al próximo «seguro gobernador». Usted ya sabe que pasó! Donaldo dijo ante la incredulidad de los presentes -palabras más palabras menos- que tras una «meticulosa auscultación» entre las bases se había descubierto que existía una «poderosa corriente de simpatía» hacia la entonces senadora de la República Margarita Ortega Villa.
En ese momento la Convención terminó en una serie de insultos contra Luis Donaldo y de acuerdo con los periódicos de aquel entonces se publico que tras en enfurecimiento de los presentes todo terminó en golpes, gritos y sombrerazos.
Claro que le tocaba a René Treviño, pero el PRI, su querido partido, le había jugado una traición fraguada desde la débil presidencia de México encabezada por Carlos Salinas de Gortari a quien le urgía sacrificar a un estado «en aras de la democracia» para terminar entregando el poder en Baja California a la oposición el PAN.
Aún con esto, en la memoria de los que conocimos a Treviño Arredondo, sabemos que nos perdimos de un buen hombre en la política, un hombre que supo ser justo, honorable y guardar silencio.
A más de 30 años de ese episodio, hoy nuevamente guardará silencio respetuoso y nosotros nos quedaremos con esa duda de algún día volver a verlo y pedirle una entrevista en el cielo.
Descanse en paz amigo Don René Treviño Arrredondo.
Con mucho cariño estas letras para usted.

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