ENSENADA, FEBRERO 28, 2023.- La disponibilidad de un puerto de altura, un centro energético, centros científicos y universitarios, ventana al mar para desaladoras y extenso territorio, representan las más importantes ventajas de Ensenada frente al resto del Estado para la relocalización de empresas extranjeras que buscan ubicarse en lugares cercanos a las zonas de consumo (nearshoring), propuso aquí el Presidente del Consejo de Desarrollo Económico de Ensenada, Héctor Contreras Luengas, como solución a la reducida captación de empresas en Baja California que apenas logra un 2% del total nacional frente al 50% de Nuevo León.
La vecindad con California que por sí sola representa la sexta economía del mundo, frente a las fortalezas de nuestra entidad, es mayor atractivo que la conexión de Nuevo León a Texas para el mercado del Este, explicó.
El Estado y en especial Ensenada, dijo, mantiene gran reserva de trabajadores altamente cualificados y formados, sobre todo en el sector manufacturero y tecnológico, así como mayor experiencia y antigüedad que otras entidades del norte de México.
Contreras Luengas exhortó a los líderes gubernamentales y empresariales a estar atentos a las oportunidades gigantescas que abren coyunturas como la guerra comercial, principalmente entre Estados Unidos y China, así como la crisis de materias primas, derivada de la pandemia de COVID-19.
Ensenada está en condiciones de albergar a la inversión extranjera que busca el traslado de sus centros de producción, porque les ayuda a reducir costos y tiene a la mano proveedores y mano de obra calificada.
Pocas entidades, explicó el líder empresarial, disponen de una relación bilateral con Estados Unidos tan profunda como la ha construido México y muy en particular esta zona fronteriza donde cruzan más personas al día que en ninguna otra en los 3 mil kilómetros de la línea que divide ambos países y por ello el gobierno federal mantiene una política fiscal diferenciada.
Certeza, infraestructura y celeridad, los desafíos
Contreras Luengas dijo que los desafíos que representa esta ventana de oportunidad para atraer inversiones, son la incertidumbre jurídica, infraestructura y la celeridad para adaptarse a las oportunidades del “nearshoring”.
“La incertidumbre jurídica que tiene que ver con el uso de suelo, necesitamos definir los espacios donde se pueda instalar la manufactura, y el otro es darle mucha celeridad porque el ´nearshoring´ tiene una ventana de cinco años, según lo han definido expertos”, explicó.