MEXICALI, JULIO 6, 2023.- La Comisión Estatal de Servicios Públicos de Mexicali (CESPM), en su compromiso por difundir prácticas responsables para preservar el agua, es que da a conocer lo crucial de comprender la relación entre la huella hídrica y la sociedad.
Aunque los conceptos de agua virtual y huella hídrica pueden parecer ajenos a la vida cotidiana, la realidad es que los patrones de consumo y producción están estrechamente vinculados al uso de este recurso vital, con posibles efectos en regiones tanto locales como lejanas.
La huella hídrica, que representa el consumo real de agua de las actividades humanas, permite visualizar y tomar en cuenta la cantidad de agua implicada en los procesos de producción y consumo, anteriormente considerados externos a la vida diaria como el comercio, la mercadotecnia y la globalización.
A nivel mundial, la huella hídrica de consumo per cápita se estima en 1,385 metros cúbicos al año. Sin embargo, los tres países norteamericanos se encuentran por encima de esta media, Estados Unidos que ocupa el 8º lugar, Canadá en el 20º y México el 49º en este indicador.
Es importante destacar que el consumo de productos agropecuarios constituye la mayor parte de nuestra huella hídrica como individuos.
En el caso de México, la huella hídrica promedio es de 1,978 metros cúbicos por habitante al año, ligeramente superior al promedio mundial. Esto significa que el país requiere una cantidad significativa de agua para mantener su nivel de consumo.
Como ejemplo, una simple playera de algodón. El agua virtual utilizada para su producción incluye el agua necesaria para el crecimiento de las plantas de algodón y la utilizada en el procesamiento industrial de la semilla de algodón para obtener la tela.
Es decir, se requieren aproximadamente 10,800 litros de agua para obtener 1 kilogramo de tela de algodón. De esa cantidad, el 45 % corresponde al agua empleada para el riego de las plantas de algodón, el 41% es agua de lluvia que se evapora del campo durante el periodo de crecimiento, y el 14 % es agua necesaria para diluir los residuos generados por el uso de fertilizantes en el campo y sustancias químicas en la industria textil.
Estos ejemplos demuestran cómo la elección de productos y hábitos de consumo están intrínsecamente relacionados con la utilización de agua a nivel global. Es fundamental tomar conciencia de la huella hídrica y considerar alternativas más sostenibles para reducir el impacto en el recurso hídrico.
La educación y la promoción de acciones para el correcto consumo y la producción son clave para lograr una sociedad más consciente y comprometida con la preservación de este valioso recurso.