ENSENADA, AGOSTO 31, 2023- El Grupo Amaya Curiel que administra aquí la empresa Pétreos del Pacífico, alcanzó a abortar un intento de invasión encabezado por activistas que en preventa habían hecho al menos treinta contratos de lotes en una zona delimitada para el almacenamiento de explosivos.
José Fabián Cázares, abogado de la compañía, desmintió versiones relacionadas al maltrato animal difundidas por presuntos invasores, que publicaron versiones en redes sociales –sin evidencia- sobre el desalojo de un albergue para perros.
“En realidad alcanzamos a detener un intento de invasión, de unas 15 personas, la mayoría de comportamiento agresivo, que habían colocado rayas con cal, como un anticipo de lo que podría ser separación de lotes para vivienda”, informó el litigante.
La tarde de ayer, medios locales y la autoridad municipal hicieron eco de la queja de una norteamericana que hablaba de animales maltratados. De ello, Cázares dijo que no había animales en el predio. “La señora americana traía jaulas y algunos perros en su camioneta, que se peleaban entre ellos”, comentó.
Lo cierto es que un aparente abogado o promotor de lotes del lado de los invasores, que se presentó en el sitio, mostró una treintena de contratos de compra venta de lotes, que Cázares sospecha que se trata del predio donde Pétreos del Pacífico destina para “polvorines”, espacios dedicados al almacenamiento de explosivos.
En virtud de ello, la empresa decidió cercar el área para evitar acercamiento de desconocidos, y cumplir así con la norma que exige cierta distancia de los polvorines con otras actividades productivas o actividades de cualquier naturaleza.
La compañía pidió el auxilio de la policía ante el secuestro de dos camiones de la empresa que no pudo salir del sitio porque una docena de personas lo impedía. “Los policías se dieron cuenta que no nos dejaban entrar nosotros, ni salir a los camiones, porque tenían bloqueado el único acceso, lo que quedó inscrito en el parte policiaco”, informó Cázares.
Pétreos del Pacífico, que adquirió el predio desde 2002, es parte de un consorcio que produce grava que obtiene de la concesión minera para la explotación de pétreos (andesita) adjunta al arroyo San Carlos y su uso es esencialmente apreciado por su dureza para la construcción.
NADA ABSOLUTAMENTE JUSTIFICA LA MUERTE DE LOS PERROS sin importar quien tuviera la razón siempre se tuvo que tomar en cuenta la seguridad de los más vulnerables… y la empresa cometió el horror de actuar sin profesionalismo ni racionalidad que es lo que nos distingue a los humanos ¡¡JUSTICIA!!