TIJUANA, MAYO 5, 2022.- Para el Doctor Israel Castro Ramos, paidosiquiatra (especializado en niños y adolescentes) y Jefe del Área de Niños y Adolescentes del Hospital de Salud Mental de Tijuana a nadie se le puede obligar a ser lo que no quiere.
Lo anterior a propósito de las popularizadas «terapias de conversión» prácticas no autorizadas por la psicología para intentar cambiar la tendencia sexual o identidad de género de una persona, en cualquiera de sus etapas de desarrollo.
El especialista participó en una conversación por redes para contestar al público sus múltiples dudas en función a lo que un adulto cree es lo correcto y lo que expresa sexualmente un niño o bien un adolescente.
Las terapias de conversión se definen según la Organización Mundial de la Salud (OMS) como esas estrategias psicológicas que se realizan para «corregir la homosexualidad». Sin embargo, dijo al público que está comprobado que no tienen ninguna validez.
Castro Ramos, paidosiquiatra y Jefe del Área de Niños y Adolescentes del Hospital de Salud Mental de Tijuana A.C. fue claro al manifestar:
“Por el contrario, existen estudios que comprueban el daño que pueden causar sin que sen afectivos para que haya un cambio en la expresión sexual, en la orientación sexual, además que hacen que el individuo sea vulnerable a cuadros depresivos, ansiosos, estrés post traumático hasta llegar al suicido», concretó.
No ayudan a que el individuo se sienta pleno con respecto a las expresiones de su sexualidad, insistió el especialista en niños y adolescentes porque se les señaló desde que fueron a las terapias que su expresión sexual era patológica (era una enfermedad)
DEFINICIÓN HISTÓRICA
En el diálogo que sostuvo con la comunidad recordó que en el pasado a la expresión homosexual se le consideraba «enfermedad» o patología. Pero, desde 1990 la Asamblea de la OMS retiro a la homosexualidad de su listado de enfermedades, de alguna alteración psiquiátrica y ahora no es considerada parte de una patología.
“Por supuesto que hay estrés y es que si sabemos como padres que existe esta orientación en mi hijo y que por lo tanto puede ser parte de un grupo vulnerable, porque al decir una minoría, las minorías pueden tender a tener mayores alteraciones, es decir a sufrir violencia, agresiones, discriminaciones», precisó.
Luego comentó que no ser aceptado puede generar miedo y tal vez ese miedo es el que induzca al padre a que pueda acercarse a este tipo de terapia de conversión pero entonces realmente no es por el bien del niño, sino es un miedo del padre, aquí entonces la recomendación es que el padre trate ese miedo, insistió el especialista.
Castro señaló que es fundamental que los padres busquen orientación con profesionales de la salud mental sobre el manejo de la sexualidad del niño y en el caso de una preferencia homosexual, no habría que evitar o coartar esta orientación porque no se considera enfermedad.
Por último recomendó los libros: “Mi vida homosexual” de Marina Castañeda y “Papá, Mamá soy gay” de Rinna Riesenfeld.
Nota de DTJ.- El tema, sin duda, controversial aterriza en una falta de educación eficiente de los padres y la falta de respeto a las expresiones de la comunidad infantil, que, por cierto, cada vez se ve más expuesta a modelos de preferencia sexual muy amplios que despiertan en los niños su curiosidad e incluso duda.
En este sentido, el Doctor Israel Castro se vio inundado de dudas de los padres que de alguna manera se resisten a entender el tema de la preferencia sexual como una posibilidad en su familia, no como una enfermedad a corregir.