Adiós «Gina» Regina Montes soberbia vedette de «La Carabina de Ambrocio»

Murió Regina Inés Barbosa Govea, a los 71 años de edad, en la ciudad de New York, víctima de cáncer

TIJUANA, FEBRERO 5, 2024.- La primera vez que vi a Gina Montes fue mi televisión Sony Trinitron de control remoto. Apareció con un microscópico leotardo que milagrosamente alcanzaba a cubrirle aquello que estaba censurado en la televisión de finales de los 70´s pero contrastaba con unas atrevidas botas negras, altas. Cuando comenzaba el programa me quedaba mudo: no sabía si lo que estaba viendo estaba bien o mal, si mi padre me lo recriminaría, si era caballeroso o no, observar esa poderosa anatomía que se movía al ritmo de una melodia que repetía un estribillo acompañado de un bajo, una batería y una voz joven que tarareaba algo así como un: «…ma, ma, ma, ma, ma, ma Shot Cut Uh! Lo-Le… Shot Cut Uh! Lo-Le ma, ma, ma, ma, ma, ma… Mientras al ritmo la vedette brasileña levantaba las manos, daba giros y se colocaba en una poderosa posición dejándose llevar por la música. Por si eso fuera poco, un prisma (al estilo de la vieja televisión) multiplicaba su imagen que aparecía, primero en tres Ginas y luego en múltiples iguales, en recuadros pequeños. Y, sobra decir que era una belleza natural, pues corrían los años 70´s donde no había el recurso de recurrir al cirujano.

Luego aparecía César Costa para presentar el programa La Carabina de Ambrosio donde explicaba que se trataba de un «show cómico, mágico y musical» Y… había que esperar a que apareciera Beto el Boticario haciendo escenas de mágia que jamás le salían bien, pero en realidad buscaban hacer reír a la gente que estábamos pegados al televisor. Ahí volvía aparecer con su «denanquiu» una expresión que hizo famosa entre la comunidad cuando el MAGAZO le agradecía, con un thank you, por ayudarle a instalar su mesita de magia e implementos. Cuando se alejaba, a veces con una pequeña colita de conejito donde termina su espalda, hasta el respetable mago y el tímido César Costa volteaban a seguirla con su mirada. Y claro que uno los odiaba porque tenía la edad de 13 años y muchas espinillas en los cachetes.

Por cierto Chabelo que interpretaba el muñeco de ventrílocuo «pujitos» también llegó a darse la involuntaria vuelta para hacer la caravana al paso de la portentosa vedette.

Murió Regina Inés Barbosa Govea, a los 71 años de edad, en la ciudad de New York, víctima de cáncer según han confirmado los medios de comunicación estadounidenses.

Desde los 7 años de edad, Gina se uniría a sus hermanos para formar un grupo musical pues heredarían de su padre músico, el gusto por el baile y de su madre actriz y comediante el gusto por el escenario.

En su biografía escriben los críticos que desde los 15 años ya tenía una figura escultural debido al baile, herencia de su mamá, y al ejercicio que sostuvo con la firme idea de convertirse en una estrella. Allá por 1976 llegaría a México acompañada de su hermana que debido a la muerte de su padre, regresaría de inmediato a Brasil, para dejar a Gina en la búsqueda de acomodarse en el medio artístico y en ese trajín conoce a César Costa que la invita a trabajar con él en un programa de canto.

Su incursión en el Canal 2 de TV estaba naciendo en 1978 cuando la invitaron a hacer un programa piloto para la barra de entretenimiento en ese programa de variedad donde aparecía por 40 largísimoooooos minutos en horario estelar y así lanzarse a la fama y a la historia del vedettismo nacional.

Descanse en paz Gina Montes.

 

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